sábado, 16 de diciembre de 2006

CABELLOS AL VIENTO


Hondeando al viento paso una cabellera,
de hilos de seda,
negra como la noche y ardía y ardía...
¡Ardió mi corazón con ella!

Invisibles sus manos perturbaron mi mente,
aliñaban mi carne volando entre mi frente,
un suave mimo, una fruición impura.
Arriba,en el cenit,la luna brillaba estremecida.
Sus cabellos de seda encendieron luciérnagas
miles en mi cuerpo.
¡Y todo en mi y en ella ardía y ardía!

Su cabellera al viento ardía y ardía
transmutando en mi todas las cosas...
y ame la soledad y nauta fui de huertos prohibidos.
su carne mullí con manos incendiadas
y fuiste una hoguera que inflamada
ilumino mi vida noche y día.

El barro así amasado encontró forma
y tu cabellera floto en los manantiales de la vida.
¡La muerte sucumbió a la primavera
porque la vida esta de niños frutecida!

Flébil,inquieta, fecunda esta la brisa
removiendo a su paso mis huertos interiores,
mi desazón suprema, mis trémulos dolores,
mi alma naufragada en la mar de mis pecados.

Arde mi corazón, arde un lamento,
me invade el pudor por mi impudicia.
Todo lo vi, todo fue mio,
alcance la gloria en silencioso gesto,
fue un esfuerzo fallido mi victoria.
Sus cabellos ardientes me consumen,
esta la muerte en ellos , fijos en mi sus ojos...
Furioso el huracán golpea en mi frente,
recuerdos, nostalgias de días idos,
de vinos y alegrías y de cuerpos rendidos,
y a lo lejos, la muerte canta al ritmo de la orgía...

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