viernes, 17 de diciembre de 2010

EL PUENTE DE LA ALEGRIA

 

CUANDO TE SIENTAS HUNDIDO. ABRUMADO Y DESOLADO

CUANDO FÍSICAMENTE NO RESISTAS LA TORMENTA

CUANDO TU MORAL DECAIGA Y TE SIENTAS AGOBIADO

CUANDO TU SONRISA SE QUIEBRE POR LA NOSTALGIA, EL DOLOR Y LA AMARGURA

CUANDO LAS CIRCUNSTANCIAS  TE SEAN ADVERSAS Y EL ENTORNO TE PAREZCA OSCURO,

CUANDO TE SIENTAS ABANDONADO POR LOS QUE AMABAS Y TE AMABAN,

CUANDO LOS AMIGOS, SIN NINGUNA EXPLICACIÓN, TE DEN LA ESPALDA,

CUANDO TE SIENTAS PERDIDO EN LOS BOSQUES DE LA INCOMPRENSIÓN, EL ENGAÑO Y LA MISERIA,

CUANDO TE SIENTAS DEPRIMIDO Y EXTRAÑO CONTIGO MISMO,

CUANDO SIENTAS QUE NO ERES LIBRE Y QUE EL AIRE QUE RESPIRAS TE ASFIXIA

CUANDO TUS LAGRIMAS, LIBREMENTE, ROMPAN LOS DIQUES DEL UNGÍS Y SIENTAS

QUE LA LUMBRE DE TU VIDA SE APAGA,

RECUERDA QUE ALGUIEN TIENE UNA MANO TENDIDA,

QUE ESTARÁ A TU LADO PARA ANIMARTE Y ENJUGAR TUS LAGRIMAS-

NO OLVIDES QUE EXISTEN PUENTES PARA SALVAR LOS ESCOLLOS.

LA NOCHE , POR DESPIADADA QUE PAREZCA, ESTA CORONADA POR LA AURORA.

LA ESTRELLA DE LA MAÑANA SIEMPRE TE SERVIRÁ DE GUÍA.

NAVEGA, NAVEGA. TRAS ELLA SOBRE EL PUENTE DE LA ALEGRÍA,

SOBRE EL ARCO IRIS DE LA VIDA.

¿PARA QUÉ DOLERSE TANTO?

¿PARA QUÉ LA VIDA SIN APREMIOS?

YA LO ADVIRTIÓ SHAKESPEARE:

“LA PAZ Y LA PROSPERIDAD ENGENDRAN COBARDES”

PUENTES, SÍ, PERO NO SIN EMOCIONES,

PUENTES DE VIDA, DE DOLOR, DE PLACER Y DE ALEGRÍA.

PUENTES DONDE HALLAR UNA BRIZNA DE ILUSIONES

QUE MEREZCAN NUESTRO ESFUERZO

SIN PREGUNTARNOS NUNCA DONDE ESTA DIOS EN ESTA BATAHOLA.

PUENTES, SÍ, QUE UNAN LAS ORILLAS,

EL PASADO Y EL PRESENTE,

EL AHORA Y EL MAÑANA.

ES AQUÍ Y AHORA DONDE SE JUEGA NUESTRA VIDA.

ES SOBRE ESE PUENTE DONDE DEJAREMOS NUESTRA IMPRONTA.

LOS PUENTES UNEN PERO SON INMÓVILES…

¡LA VIDA ES MOVIMIENTO!

PERMANEZCAMOS SIEMPRE SOBRE EL PUENTE DE LA VIDA,

DEL DOLOR, DEL PLACER Y LA ALEGRÍA….

SIN OLVIDAR QUYE SOMOS UN PUENTE SUSPENDIDO SOBRE UN ABISMO…

ZARATUSTRA ASÍ LO AFIRMA:

“la grandeza del hombre está en ser un puente y no una meta:

lo que en el hombre se puede amar es que es un tránsito y un ocaso”:

CARLOS HERRERA ROZO.

martes, 14 de septiembre de 2010

NADA ES LO QUE ES...

Nada es lo que es ni como y donde era sino que todo se mueve, se transforma, cambia, deviene y desaparece….
Heraclito de Efeso.

NADA ES LO QUE ES…

Mira fluir el río…
Así es la vida,
Sus aguas mansas o bravías
Jamás serán las mismas
Que hoy miraste.
El río que discurre en este instante
Es agua y tiempo, todo en marcha.
El tiempo como el agua
también se escapa de las manos
y avanza solo hacia otros lares,
y nosotros,
como el tiempo y como el río
nos perdemos
reflejando los rostros
en su espejo transparente.
Soñar también es otra muerte
Sentir que la vigilia es otro sueño
Creyendo que vivir no es lo soñado
Y que exorcizamos a la muerte con la vida.
Los días y los años van pasando
Dejando indelebles heridas en el alma,
Marcas de fuego que convierten
en símbolos de gloria a algunos hombres,
y a otros, en míseros despojos,
música y horror de un mismo símbolo.
Soñamos para evadir la muerte,
Para cubrir de flores nuestro ocaso,
Para llenar con lirismo este fracaso
Y pensar que triunfamos del olvido
Convirtiendo en inmortal el orto y el ocaso
En que fluyeron nuestras vidas.
¿Cuántas veces, mirando el atardecer obnubilados,
En el espejo del agua se refleja nuestra cara?
No es la misma cara que ayer miramos al espejo,
Hoy esta ajada, macilenta y rucia.
Es nuestra propia cara ajada por el tiempo,
Por el martirio de vivir y de soñar en lo vivido,
Rio que se va y no vuelve,
Que va pasando y sin querer se va quedando,
Como nosotros que somos hoy distintos
Diferentes del ayer que ya no existe
Sin percatarnos que somos otro y el mismo
Como el río que se va y no vuelve
Pero que siempre esta ahí
Con su olor a musgos y su rumor perenne.

martes, 1 de junio de 2010

EFRAIN PEREZ BALLESTEROS

EFRAIN PEREZ BALLESTEROS
Para casi todos los que nos dedicamos a la escritura, la memoria se convierte en el génesis de la fantasía, en el inicio impredecible de un largo viaje hacia la ficción. La memoria, los recuerdos, el mito, las invenciones, el tiempo y el que hacer diario se mezclan en la literatura de una manera tal que, traspasando el mundo de la realidad, lo recordado se transpone en lo soñado: Al mirar los cuadros de Efraín Pérez nos asalta de pronto la sensación de que nos encontramos ante la narración de un paisaje descrito por Faulkner o por García Márquez. Un ejemplo de lo que afirmamos lo encontramos en el Francés Javier Marimier, quien al describir una tormenta en los Andes escribió:" Hay tempestades que pueden durar hasta cinco meses. Quienes no hayan visto esas tormentas no podrán formarse una idea de la violencia con que se desarrollan. Durante horas enteras los relámpagos se suceden a manera de cascadas de sangre, rápidamente la atmósfera tiembla bajo la sacudida continua de los truenos, cuyos estampidos repercuten en la inmensidad de la montaña. Pocos de nosotros viven con tanta intensidad como para nunca sentir nostalgia de aquel reino Saturnino al que Virgilio, Shakespeare, Rafael o Claude pueden llevarnos en volandas.

Me he planteado la pregunta obligatoria, al mirar con detenimiento la obra pictórica de de Efraín, de si, ¿pinta un cuadro o nos narra una historia? Y la verdad se disuelve al comprender que él pretende narrar una historia, sujetarla estrictamente a la realidad de lo vivido, pero que, con más frecuencia de lo que él quisiera, naufraga para contento nuestro, en el mundo iridiscente del color, que es en suma un simulacro de lo recordado convertido, gracias al arte, en el espectáculo de la naturaleza eternizada.

Se da la especial circunstancia de que la obra de Efraín Pérez se desarrolla en latitudes diferentes de acuerdo a sus querencias y añoranzas; cuando esta en España, en las Islas Baleares, sus recuerdos y su pincel se inclinan por los paisajes de su infancia en tierras Boyacenses y, cuando viene a Colombia, tras sus ancestros, le persiguen los demonios mallorquines volcando toda la fuerza de su creación en ese otro mundo que le atenaza el corazón donde ha visto crecer a sus hijos y descansa en el regazo de lo que mas ama.

No pretendo hacer de critico de arte, lejos de mi tamaño desliz, solo pretendo glosar de modo sucinto esta exposición, más por la amistad que nos une y por el interés común por las artes y las letras, que por elaborar una apología de su obra. Ella por si sola sabrá hacerse un lugar en la memoria de quien la vea por la inquietud sembrada por la plasticidad de sus imágenes. El arte, como la literatura, nos acercan a una realidad sublime: Al niño que llevamos dentro, que va siempre en busca del amigo invisible, que no es una fantasmagoría malsana sino el glorioso descubrimiento de una mente que aprende a ejercitar todas sus facultades. Seguramente es ése el momento, misterioso y eterno, en que nace un nuevo artista.

Carlos Herrera Rozo.