miércoles, 16 de marzo de 2011

UN HOMBRE

ENVIO:





Surgirá un nuevo orden

y sus hombres serán

los sacerdotes del hombre,

y cada hombre será

su propio sacerdote.



WALT WHITMAN



Un Hombre



Tener sed de sufrimiento,

de cólera, de odio, de dolor,

de excitación sin tregua,

de terror súbito, de ansiedad y pena,

de amar y ser amado.

Estar transidos de dolor ante las injusticias

y preferir la ironía y la maldad

a la satisfacción de la mediocridad

de los pobres de espíritu.

Rechazar la esclavitud de la conciencia ante la tiranía

y la cobardía que nos corroe las entrañas del ser

y nos obliga a poner la rodilla en tierra

ante los poderosos y depredadores del mundo.

Vivir asediado,

perseguido, herido,

desangrado y mutilado

antes que vivir apaciblemente imitando a los muertos.

Bordear todos los abismos

de lo sublime a lo monstruoso,

llevar las manos manchadas de sangre,

tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro.

No dar sosiego al espíritu para construir un mundo

y disputar palmo a palmo su posesión

para ser dueño de su propio destino.

¡Ser libres!

Y entender que la libertad es la medida del ser...

y el milagro del lirio del alba.

Entender que no es un hombre quien desconoce la libertad y la paz

Que no es un hombre quien es sojuzgado y sometido

Que no es un hombre quien mendiga un pedazo de pan

Que no es un hombre quien trabaja explotado y humillado

Que no es un hombre a quien se le arrebata su libertad de palabra y pensamiento

Que no es un hombre quien se planta frente a los templos a esperar un milagro que nunca llega

Que no es un hombre a quien se le niega la salud y la escuela

Que no es un hombre el que haciendo votos de fe, sobre el libro sagrado, zahiere a su semejante.

Un hombre es aquel que quiere la libertad por encima de su propia existencia,

El que desea la palabra viva e hiriente

Que destroce las cadenas de la humillación y la desesperanza.

Un hombre es aquel que es capaz

De fomentar un alegato para dirimir la más antigua querella:

La de la libertad de expresión, acción y pensamiento.

Un hombre es aquel que es capaz de reunir en torno a si a los seres más diversos:

A los de opiniones encontradas;

A los analfabetos sedientos de verdad y conocimiento;

A los miserables que prevalidos de su poder viven del sudor y sangre de sus semejantes;

A los enfermos, leprosos y purulentos que agonizan sin ninguna atención;

A los mendigos que con sus manos esqueléticas tendidas exigen un óbolo o un mendrugo de pan, para su subsistencia;

A los crápulas, viciosos, disolutos y libertinos, sumergidos en su abyecto destino;

A los saltimbanquis, trapecistas, volatineros y acróbatas de la política;

A los jóvenes perdidos por los caminos de la desidia y la poltronería;

Al demente, al calenturiento y al idiota que creen que la vida se soluciona con dinero;

Al niño, de cabellos brunos, que avanza por la vida sin brújula y sin lazarillo…

Un hombre es el que, con estos mimbres, es capaz de provocar un gran incendio,

El incendio de la libertad y el desprecio a la tiranía:

Desprecio a los vendedores de paraísos y nirvanas;

Desprecio a la iglesia que vive de retorcer la fe de los fieles de acuerdo a su conveniencia;

Desprecio a los agiotistas y a los tiburones financieros que esquilman sin piedad a los humildes;

Desprecio a los leguleyos de la justicia y a los filibusteros;

Desprecio a los hipócritas que silencian la verdad a hurtadillas;

Desprecio a los racistas, homofobos y chauvinistas;

Desprecio a los legisladores adoradores de peculados;

Desprecio a los cínicos por su brutalidad y falta de entendimiento;

Desprecio al mesías, profetas y embaucadores,

Desprecio a los que sonríen del dolor ajeno sin comprender su propia superficialidad;

Desprecio a los comerciantes que cuentan con mezquindad y avaricia sus pingues ganancias;

Desprecio a los medios de comunicación que amañan la verdad para ponerla al servicio de inconfesables intereses;

Desprecio al incapaz de sublevarse y sigue mendigando el hambre en el abandono, la abyección y la miseria;

Desprecio, en fin, a creer que la vida es una aurora, la sonrisa o la caricia graciosa de un niño

Y pensar que podemos tomar el pan sin comprender

El dolor de la siembra y de la siega.

El sudor, la sangre y la paciencia del labriego,

Y luego, el calor del fuego para obtener la hogaza asada

Para comerla con manos limpias, a manteles y con modos apacibles…

Un hombre es el que siente estremecido el horror de su conciencia

Ante cualquier tiranía…

En esta época de sorprendentes adelantos electrónicos

No es la Internet, ni los Ipod , ni las tablet ipad

Las que nos devolverán la conciencia de ser libres,

Será siempre nuestra enhiesta posición ante el mundo, ante la verdad, ante la vida

Lo que nos hará ser un hombre

Y no olvidéis jamás

Que infancia, juventud y vejez es el ahora

Que nos reclama sin cesar nuestra presencia.



Post Scriptum



"No somos pecadores sólo por haber comido del Árbol

De la Ciencia, sino también porque aún no comemos

Los frutos del Árbol de la Vida".

Franz Kafka



Carlos Herrera Rozo.






¿Qué quieres decir?

ENVIO:



"Surgirá un nuevo orden

y sus hombres serán

los sacerdotes del hombre,

y cada hombre será

su propio sacerdote".

WALT WHITMAN.



Un Hombre



Tener sed de sufrimiento,

de cólera, de odio, de dolor,

de excitación sin tregua,

de terror súbito, de ansiedad y pena,

de amar y ser amado.

Estar transidos de dolor ante las injusticias

y preferir la ironía y la maldad

a la satisfacción de la mediocridad

de los pobres de espíritu.

Rechazar la esclavitud de la conciencia ante la tiranía

y la cobardía que nos corroe las entrañas del ser

y nos obliga a poner la rodilla en tierra

ante los poderosos y depredadores del mundo.

Vivir asediado,

perseguido, herido,

desangrado y mutilado

antes que vivir apaciblemente imitando a los muertos.

Bordear todos los abismos

de lo sublime a lo monstruoso,

llevar las manos manchadas de sangre,

tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro.

No dar sosiego al espíritu para construir un mundo

y disputar pa http://amplify.com/u/bum1d

UN HOMBRE

ENVIO:

"Surgirá un nuevo orden
y sus hombres serán
los sacerdotes del hombre,
y cada hombre será
su propio sacerdote".
WALT WHITMAN.

Un Hombre

Tener sed de sufrimiento,
de cólera, de odio, de dolor,
de excitación sin tregua,
de terror súbito, de ansiedad y pena,
de amar y ser amado.
Estar transidos de dolor ante las injusticias
y preferir la ironía y la maldad
a la satisfacción de la mediocridad
de los pobres de espíritu.
Rechazar la esclavitud de la conciencia ante la tiranía
y la cobardía que nos corroe las entrañas del ser
y nos obliga a poner la rodilla en tierra
ante los poderosos y depredadores del mundo.
Vivir asediado,
perseguido, herido,
desangrado y mutilado
antes que vivir apaciblemente imitando a los muertos.
Bordear todos los abismos
de lo sublime a lo monstruoso,
llevar las manos manchadas de sangre,
tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro.
No dar sosiego al espíritu para construir un mundo
y disputar palmo a palmo su posesión
para ser dueño de su propio destino.
¡Ser libres!
Y entender que la libertad es la medida del ser...
y el milagro del lirio del alba.
Entender que no es un hombre quien desconoce la libertad y la paz
Que no es un hombre quien es sojuzgado y sometido
Que no es un hombre quien mendiga un pedazo de pan
Que no es un hombre quien trabaja explotado y humillado
Que no es un hombre a quien se le arrebata su libertad de palabra y pensamiento
Que no es un hombre quien se planta frente a los templos a esperar un milagro que nunca llega
Que no es un hombre a quien se le niega la salud y la escuela
Que no es un hombre el que haciendo votos de fe, sobre el libro sagrado, zahiere a su semejante.
Un hombre es aquel que quiere la libertad por encima de su propia existencia,
El que desea la palabra viva e hiriente
Que destroce las cadenas de la humillación y la desesperanza.
Un hombre es aquel que es capaz
De fomentar un alegato para dirimir la más antigua querella:
La de la libertad de expresión, acción y pensamiento.
Un hombre es aquel que es capaz de reunir en torno a si a los seres más diversos:
A los de opiniones encontradas;
A los analfabetos sedientos de verdad y conocimiento;
A los miserables que prevalidos de su poder viven del sudor y sangre de sus semejantes;
A los enfermos, leprosos y purulentos que agonizan sin ninguna atención;
A los mendigos que con sus manos esqueléticas tendidas exigen un óbolo o un mendrugo de pan, para su subsistencia;
A los crápulas, viciosos, disolutos y libertinos, sumergidos en su abyecto destino;
A los saltimbanquis, trapecistas, volatineros y acróbatas de la política;
A los jóvenes perdidos por los caminos de la desidia y la poltronería;
Al demente, al calenturiento y al idiota que creen que la vida se soluciona con dinero;
Al niño, de cabellos brunos, que avanza por la vida sin brújula y sin lazarillo…
Un hombre es el que, con estos mimbres, es capaz de provocar un gran incendio,
El incendio de la libertad y el desprecio a la tiranía:
Desprecio a los vendedores de paraísos y nirvanas;
Desprecio a la iglesia que vive de retorcer la fe de los fieles de acuerdo a su conveniencia;
Desprecio a los agiotistas y a los tiburones financieros que esquilman sin piedad a los humildes;
Desprecio a los leguleyos de la justicia y a los filibusteros;
Desprecio a los hipócritas que silencian la verdad a hurtadillas;
Desprecio a los racistas, homofobos y chauvinistas;
Desprecio a los legisladores adoradores de peculados;
Desprecio a los cínicos por su brutalidad y falta de entendimiento;
Desprecio al mesías, profetas y embaucadores,
Desprecio a los que sonríen del dolor ajeno sin comprender su propia superficialidad;
Desprecio a los comerciantes que cuentan con mezquindad y avaricia sus pingues ganancias;
Desprecio a los medios de comunicación que amañan la verdad para ponerla al servicio de inconfesables intereses;
Desprecio al incapaz de sublevarse y sigue mendigando el hambre en el abandono, la abyección y la miseria;
Desprecio, en fin, a creer que la vida es una aurora, la sonrisa o la caricia graciosa de un niño
Y pensar que podemos tomar el pan sin comprender
El dolor de la siembra y de la siega.
El sudor, la sangre y la paciencia del labriego,
Y luego, el calor del fuego para obtener la hogaza asada
Para comerla con manos limpias, a manteles y con modos apacibles…
Un hombre es el que siente estremecido el horror de su conciencia
Ante cualquier tiranía…
En esta época de sorprendentes adelantos electrónicos
No es la Internet, ni los Ipod , ni las tablet ipad
Las que nos devolverán la conciencia de ser libres,
Será siempre nuestra enhiesta posición ante el mundo, ante la verdad, ante la vida
Lo que nos hará ser un hombre
Y no olvidéis jamás
Que infancia, juventud y vejez es el ahora
Que nos reclama sin cesar nuestra presencia.

Post Scriptum

"No somos pecadores sólo por haber comido del Árbol
De la Ciencia, sino también porque aún no comemos
Los frutos del Árbol de la Vida".
Franz Kafka

Carlos Herrera Rozo.