De otoño a invierno
profusamente descansando,
las tardes tibias,
las mañanas grises
y rumores de ensueño
en lontananza.
Duermen los bosques,
la sabia entre sus tallos,
guarda las hojas y las flores.
Abril los capullos abrirá
como se abre la tierra
a eternos renaceres
de lo viejo y lo nuevo
en desigual contienda.
Es el árbol erguido
quien anuncia en primaveral mañana
nuevos días de gloria
frente a los estertores
del invierno de ayer...
Hoy brilla el sol,
destella, su luz, el manantial,
relumbra sobre los cristales:
Los campos visten flores
y corre entre las brisas
un suave olor a bosques...
Tus manos temblorosas,
con el frío de ayer
entre los dedos,
acarician la rosa.
¡Primavera! ¡Primavera! ¡Primavera!
profusamente descansando,
las tardes tibias,
las mañanas grises
y rumores de ensueño
en lontananza.
Duermen los bosques,
la sabia entre sus tallos,
guarda las hojas y las flores.
Abril los capullos abrirá
como se abre la tierra
a eternos renaceres
de lo viejo y lo nuevo
en desigual contienda.
Es el árbol erguido
quien anuncia en primaveral mañana
nuevos días de gloria
frente a los estertores
del invierno de ayer...
Hoy brilla el sol,
destella, su luz, el manantial,
relumbra sobre los cristales:
Los campos visten flores
y corre entre las brisas
un suave olor a bosques...
Tus manos temblorosas,
con el frío de ayer
entre los dedos,
acarician la rosa.
¡Primavera! ¡Primavera! ¡Primavera!
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