domingo, 17 de diciembre de 2006

CUANDO MUERA






Cuando muera,
un día cualquiera,
quiero una luna de plata
que cubra mi cuerpo frió,
sudario de fino holán...
Quiero sentir tu mirada
sobre mi cuerpo...
-Tu ahí, yo, ausente-
Quiero Sentir tus manos
cual mariposas,
de volar ligero,
temblando sobre mi frente...
Cuando muera,
un día cualquiera,
quiero la luz de la mañana,
lirio blanco del alba
despertando a la vida...
Quiero al pájaro que trina
sobre el alféizar de mi ventana.
Quiero que cante
como si no pasara nada.
Quiero que el viento pronuncie
su discurso ingenuo
y que el agua
desvele sus misterios...
Cuando muera,
un día cualquiera,
no quiero una lágrima
arrancada a los diques del ungis
ni por mi,
ni por la muerte,
ni por la triste manía de vivir...
Cuando muera,
un día cualquiera,
solo quiero la luz,
la mar,
la flor
y el tiempo...
¡ La vida siempre frutecida!


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