domingo, 10 de diciembre de 2006

COGITACION 7

No volveré a mis lugares de ensueño,

a los paisajes que deslumbraron mi infancia,

a los olores y sabores que grabaron la memoria,

al pan caliente y al guarapo dulce.

¡Ya nada queda!

Solo se oye el vuelo de las aves negras de la muerte.

Se murieron los abuelos, y con ellos, sus liturgias milenarias

y el encanto del misterio.

Solo queda en la memoria los recuerdos de lo que ya no existe,

después, el negro manto del olvido...

Y el silencio de las tumbas...

No hay comentarios: