sábado, 9 de diciembre de 2006

Rosa Roja , a Mi Nieta Carmen

En mi mustio jardín de otoño nació una rosa roja
que torno tristeza y llanto en alegrías.
Todo ha pasado, como tromba de viento, en mi existencia,
felicidad, aflicción, amarguras y euforias.
El tiempo, inclemente, se lo ha llevado todo
como árida noche de invierno azotada por el viento.
El otoño, se llena de trepidantes hojas secas
y las esperanzas, como la primavera han muerto...
¿Cuantas viejas historias viven en la memoria?
¡Las historias que hace tiempo fueron gloria y delirio
hoy no tienen sentido!
Por un jardín marchito doliente va mi vida
y en un rincón oscuro la rosa ha florecido.
El viento se ha llevado las nubes de tormenta
y un pájaro ha cantado en el rosal florido.
En el cenit, la luna clara, como el cristal del agua,
invade en luz de plata las frescas arboledas;
las tardes lentamente se tornan rojo y gualda
y mi corazón se inflama ante la rosa roja
que tímida se asoma a mi jardín marchito.
A partir de ahora, sabrán flor de mi vida,
que infundiste nuevo aliento a nuestras almas heridas.
Sabrán que nuestro otoño se viste de colores
y nos sentiremos felices, rosa roja, por iluminar nuestras vidas...


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